Hasta el momento, a mi criterio el dato menos relevante en la fenomenología ovni resulta ser su procedencia.Habiendo tanto laboratorio clandestino, experimentación biotecnológica oculta, entre otras e intereses económicos desmedidos, insisto en pensar que resulta anecdótico que el fenómeno ovni responda a una inteligencia proveniente del planeta Marte o de la vuelta de mi casa.Nuestras sociedades han demostrado y demuestran claramente que existen en ellas elementos conductores del comportamiento con un único objetivo: “el acopio de riquezas y privilegios” ; y es bajo este enfoque que, en franco insulto a la inteligencia de las personas, los gobiernos y los sectores de la ciencia y la tecnología no se han tomado la molestia de desmentir que NO están directamente involucrados en este fenómeno pero si se toman la tarea de “negarlo”, dando cada tanto alguna que otra explicación por demás ridícula apelando al “artificial sentido común”.Es del mismo modo y apelando al “mismo sentido” que se nos vende toda clase de elementos de dudosa necesidad, por no decir innecesarios. Tal el caso de “algunas formas de curar” ciertas enfermedades mientras que los sectores de máximo elitismo consumen todo tipo de privilegios hedonistas en los que se incluye no sólo la “salud perfecta con envejecimiento controlado” sino también los “espacios físicos libres de contaminación y de falta de recursos”.Sin caer en el terreno de las suposiciones, hoy podemos decir que “NO hay pruebas” que demuestren que el fenómeno es de etiología “extraterrestre”, y por lo contrario SI existen “indicios” en abundancia que señalan a poderosos sectores de “nuestro planeta” como posibles responsables de uno más de tantos actos de manipulación. Bastaría con echar una mirada crítica de 360 grados sobre nuestro eje individual para dar cuenta de ello.La idea no es tomar una posición ideológica frente a éste fenómeno (lo que resulta algo difícil), ni tampoco hacer grandes discursos exhibicionistas sobre el mismo (igualmente difícil). Desde Análisis OVNI se intenta discriminar, frente a la gran abundancia de información, algunos elementos, los que a nuestro opinable criterio merecen ser profundamente analizados o bien especialmente señalados. Entre aciertos y errores, espero contar con la participación de todo aquel que, al igual que quien esto escribe, tenga como sincero objetivo llegar a la VERDAD.
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